Colgante de macramé con Ónix Cielo y bolita de Amatista. Plateado y blanco irisado.

75,00 €

💎Onix Cielo 30mm 💎 Bolita de Amatista.

Tejido en hilo de 1mm de grosor.

  • 📏Ajustable gracias a su cierre deslizante. 
  • 💎Gemas de la mejor calidad.
  • 🪩Sin metales
  • 💧Se puede mojar.
  • 🎁Envuelto con mucho amor.

Propiedades del Onix Cielo:

El ónix cielo es una forma especial de ónix que se caracteriza por tener vetas blancas que parecen rayos de luz que atraviesan la piedra, dándole un aspecto celestial y místico. 

Según la historia, el ónix cielo era utilizado por antiguas civilizaciones como los egipcios y los romanos para protegerse de energías negativas y para conectar con los dioses. Se creía que esta piedra tenía la capacidad de purificar el cuerpo y el alma, así como de aumentar la intuición y la conexión espiritual.

Una piedra protectora que te ayuda a repeler las energías negativas y a crear un escudo de luz a tu alrededor. Tiene la capacidad de equilibrar las energías del cuerpo, promover la paz interior y estimular la creatividad y la inspiración.

Se asocia con el chakra de la corona, el centro de energía que nos conecta con lo divino. Abre y activa este chakra, permitiendo una mayor conexión con la sabiduría universal y facilitando la comunicación con los seres de luz.

Propiedades de la Amatista:

La amatista es una piedra preciosa de tonos violetas profundos que se ha utilizado desde tiempos antiguos por su conexión con lo espiritual y lo místico. Tiene propiedades curativas y protectoras, así como la capacidad de aumentar la intuición y promover la claridad mental.

Una piedra poderosa para abrir el tercer ojo y fortalecer la conexión con el mundo espiritual. Te ayuda a calmar la mente y liberar el estrés, promoviendo la paz interior y la serenidad. Tiene la capacidad de transmutar la energía negativa en positiva, convirtiéndose en un escudo de protección contra influencias negativas.

Ha sido venerada por culturas de todo el mundo, desde los antiguos egipcios hasta los indígenas americanos. Se ha utilizado en rituales de sanación, meditación y protección, y se cree que atrae la buena suerte y la prosperidad.